Anamorfosis

A lo largo de la historia del arte diferentes artistas han utilizado el recurso de la anamorfosis, consiguiendo una ilusión óptica muy curiosa.

Se trata de representar un objeto deformado, que obliga al espectador a situarse en un punto distinto al frontal en el cual poder verlo crrectamente. Una perspectiva distorsionada.

Uno de los primeros en utilizar esta técnica fue Leonardo da Vinci, y una de las obras más conocidas con este procedimiento es la que vemos, Los embajadores, de Hans Holbein el Joven de 1533. Cuadro de retrato doble, del género vanitas donde diversos elementos nos hablan de la vacuidad de la vida, entre ellos la anamorfosis de un cráneo que habría que ver desde la esquina superior izquierda.

Foto: wiki commons

Y tú qué miras?!

Cuando descubrí esta obra en los libros, no tuve duda, tenía que verla, situarme frente a ella y comprobar si la mirada inquietante de Inocencio X traspasaba la pintura y llegaba a mi persona. Tras un primer intento fallido, conseguí estar delante del cuadro y todas las expectativas se quedaron cortas.

Inocencio X luce real, turbador, inteligente. Su mirada te persigue. Velázquez, genio de la pintura barroca española del Siglo de Oro, muestra en esta obra realizada en su madurez, una técnica impecable. Con una pincelada suelta retrata al pontífice con gran realismo, le sitúa en una postura natural, de medio cuerpo, sentado y girado hacia el que le observa. El artista se vale de los nuevos procedimientos artísticos y del conocimiento de los pigmentos para, de forma decidida, utilizar diferentes tonos de rojo en el sillón, el cortinaje del fondo y parte del ropaje del retratado, así como veladuras y texturas que consiguen un efecto lumínico de forma magistral. Aunque se abandona el tenebrismo, se siguen marcando los contrastes entre luces y sombras. Pero además del dominio del color que muestra Velázquez, lo más característico de este retrato es el impacto psicológico que produce al verlo. La figura no expresa movimiento, pero a la vez no es estático, tiene vida, ofrece una conexión con el espectador que se ve atraído por los ojos del papa que muestran el alma. Un momento íntimo, un impacto emocional que no te deja indiferente. El artista consigue, sin un detallismo extremo, que el espectador termine el cuadro en su cabeza, idea que luego desarrollaran los impresionistas para los que Velázquez fue un referente.

Texto escrito por Sonia de Pablos

Técnicas artísticas

Pigmentos de Rembrandt, conservados en su casa-museo.

La palabra óleo procede del latín oleum que significa aceite y es una técnica pictórica conocida desde el siglo XV. Quizá en pintura de caballete, sea la más importante y la más utilizada desde su aparición hasta la llegada de nuevos productos en el siglo XX, como la pintura acrílica.

La técnica utiliza pigmentos disueltos en aceite, casi siempre de linaza, obtenido de las semillas de lino, que hace de aglutinante. Los tubos prefabricados de óleo que se venden hoy en día, se estropean con el tiempo dado el exceso de aceites que llevan para que no se sequen. En cambio, los antiguos pintores hacían los colores al momento de pintar porque no se conocían los métodos para su conservación. Era un proceso laborioso que requería muchos conocimientos de la materia prima puesto que cada pigmento necesita una cantidad de aceite diferente, que luego influye en su secado. El grado de refinamiento del aceite puede repercutir en el color, siendo el más óptimo el refinado alcalino ya que otros aceites oscurecen los colores. El disolvente más utilizado es la esencia de trementina, de origen orgánico que puede utilizarse para que la pintura quede más diluida a parte de usarse posteriormente en la limpieza de los utensilios de pintura: pinceles, paleta, etc.

Los soportes más comunes en el uso del óleo han sido la tabla y el lienzo. Ambos llevan una preparación minuciosa, y no sirve cualquiera. Hay que elegir tablas que no suelten resinas ni se curven y lienzos de lino o cáñamo, mejores que los de algodón que también se usan. Actualmente vienen tratados y no hay tanto problema. Muchos restauradores opinan que las pinturas sobre tabla se han conservado mejor a lo largo de los siglos, aún así el lienzo ha sido el más popular, quizá tiene más ventajas a la hora de pintar, ya que la pintura se fija mejor. En nuestro tiempo, los artistas se sirven de diversos soportes, y se prueban nuevas opciones que a veces dan resultados muy distintos pero interesantes.

Escrito por: Sonia de Pablos